Por eso queríamos hacer que este hito fuera realmente memorable — con un día que reflejara quiénes somos realmente: una empresa sólida, apasionada y profundamente humana.
El 4 de octubre abrimos nuestras puertas a más de 540 personas: clientes de todo el mundo, proveedores, empleados y sus familias — todos formando parte de una gran comunidad.
Por la tarde, los invitados tuvieron la oportunidad de visitar nuestros departamentos de producción, acompañados por el equipo de ventas: profesionales apasionados que presentaron con entusiasmo nuestras soluciones de embalaje y líneas de envasado, así como la división de cierres, especializada en máquinas para cierres de aluminio y hojalata.
Las líneas en construcción y las listas para envío estuvieron allí para mostrar una realidad vibrante y en crecimiento.
Más de 11,000 m² se acondicionaron para recibir a todos con espectáculos en vivo, artistas, un mentalista y un elegante dúo de voz y piano durante el aperitivo.
Realmente pensamos en todos — incluso en los invitados más pequeños. Se preparó una zona infantil dedicada para mantenerlos entretenidos con actividades divertidas en un ambiente seguro y amigable para los niños. Ellos tuvieron su propia cena y tiempo de juego, haciendo la velada especial también para ellos, mientras los padres disfrutaban del evento con tranquilidad.
Bienvenidos al nuevo comedor de la empresa
En esta ocasión tan especial, también inauguramos nuestro nuevo espacio corporativo para comedor. Un entorno moderno y acogedor donde nuestros empleados pueden disfrutar de su pausa para el almuerzo con comodidad, bienestar y sentido de comunidad. Un espacio diseñado para recargar energías y sentirse bien — todos los días.
La cena de gala se llevó a cabo en un 𝗮𝗹𝗺𝗮𝗰é𝗻 𝗿𝗲𝗰𝗶é𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗶𝗱𝗼, terminado en solo cuatro meses — un símbolo concreto de nuestra capacidad para construir el futuro. Durante la velada, también presentamos 𝗎𝗇 𝗹𝗂𝗯𝗋𝗈 que celebra nuestros 𝟴𝟬 años, creado en colaboración con la Universidad de Udine y publicado como parte de una serie científica. Acompañando la cena, un cuarteto femenino de cuerdas que sorprendió a todos, pasando sin esfuerzo de la música clásica al rock.
¿Y el gran final? Una tarta de 𝟮𝟬𝟬 kg (𝟰𝟰𝟬 lb), haciendo una entrada triunfal acompañada por la música en vivo del cuarteto, seguida de un impresionante espectáculo de 𝗳𝘂𝗲𝗴𝗼𝘀 𝗮𝗿𝘁𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗮𝗹𝗲𝘀 que dio inicio al baile y al bar abierto. Fue una celebración emotiva, llena de orgullo y participación.